sábado, 15 de diciembre de 2012

Celos.

Lejos de la felicidad con la que me "retiré" de este blog me encuentro hoy.
Nunca pensé que alguna vez iba a hablar de algo que a mi me parece simple, que es el tema de los celos, ser celosa. Es algo que siempre fue parte de mi, que siempre estuvo conmigo, que fue lo que siempre me ayudó a darme cuenta de la gente que de verdad me importó e importa en la vida.
No sabía que un día iba a ser algo tan malo para alguien, alguien que quise mucho. Ni me imaginé ni pude pensar al menos un ratito que iba a ser algo que me dejara sin el amor de mi vida. Aunque no quiero entrar en ese tema, el tema es otro, ser celosa.
Hay ciertas cosas que uno no puede cambiar. Puedo cortarme el pelo, peinarlo de una manera diferente todos los días, teñirlo, maquillarme, cambiarme la ropa, hacerme piercings,tatuajes, pero hay cosas que vienen con uno, que hacen a cada persona y que por más que uno quiera hay cosas que no se sacan con toallitas desmaquillantes.
Ser celosa es algo que siempre supe que soy. No es inseguridad, de eso estoy segura, ya no tengo problemas con mi apariencia, de hecho creo que nunca antes estuve tan segura de como veo. Ser o ponerme celosa va más allá de eso, no depende de mi.
No se bien porque alguien se enojaría tanto. Porque me hablaría tan mal y tan fuerte si despues de todo aunque se quiera o no, los celos son una demostración más que amplia de que alguien te importa. No siento que sea un sentimiento de posesión, que decís "es mío y de nadie más", aunque quizás de eso se trate una relación, de ser uno del otro y de nadie más, pero ese es otro tema.
No tengo definido el concepto de celos en el diccionario. Quizás ser celosa es ser posesiva, quizás algunos lo vean como algo malo o molesto, o las dos. Solo se que sólo celo las cosas que amo. La gente que amo, nisiquiera que quiero, que amo.
Lamentablemente es algo que no puedo cambiar, creo que a todos nos gusta tener a la persona que amamos bien al lado, esa sensación de no querer que a nadie más se le impregne su perfume en la ropa, sólo vos.
Siempre quise ser la única a la que le quede pegado tu perfume. Quizás él no lo piense así, quizás a él le guste pensar o creer las cosas siempre de mala manera. Pero ya no tengo por qué dar más explicaciones, nadie las quiere ni las escucha. Al menos ahora tengo un blog, otra vez.

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